¿Pueden los paneles solares realmente alimentar un automóvil? Un sedán, tal vez los SUV sean una historia diferente.

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Mientras el mundo se enfrenta a la urgente necesidad de energía sostenible, la energía solar ha surgido como una de las alternativas más prometedoras a los combustibles fósiles. Una idea que ha llamado la atención es el uso de paneles solares para alimentar coches.

Pero, ¿es este concepto una solución viable o simplemente un sueño futurista? Profundicemos en la viabilidad de los coches que funcionan con energía solar.

El Concepto: beber el sol para la movilidad

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La idea de un coche alimentado por energía solar es sencilla: los paneles solares instalados en la superficie del coche recogen la luz solar y la convierten en electricidad. Esta electricidad alimenta el automóvil directamente o se almacena en una batería para su uso posterior.

A primera vista, parece una combinación perfecta: una fuente de energía limpia e infinita que impulsa un vehículo libre de emisiones. Lamentablemente, la física podría acabar con este sueño antes de que comience.

Los Retos: ¿Cuáles son las limitaciones actuales?

Matt Ferrell se derrumba si los paneles solares en los automóviles son solo un sueño

1. Densidad de energía

Uno de los principales desafíos reside en la densidad energética, es decir, la cantidad de energía que se puede producir por unidad de superficie de paneles solares. Los paneles solares siguen siendo relativamente ineficientes, y la mayoría de los paneles comerciales alcanzan sólo alrededor de 15-20% eficiencia. Dada la superficie limitada de un automóvil, la energía generada a menudo es insuficiente para algo más que energía suplementaria.

2. Clima y hora del día

La energía solar es inherentemente intermitente. En días nublados o de noche, un automóvil impulsado por energía solar enfrentaría desafíos importantes. Aunque esto podría compensarse hasta cierto punto con el almacenamiento en baterías, la tecnología actual aún no es lo suficientemente eficiente como para convertirla en una solución totalmente confiable.

3. Peso y Aerodinámica

Agregar paneles solares y la infraestructura que los acompaña, como baterías, agrega peso al vehículo. Este peso adicional puede disminuir la eficiencia, requiriendo aún más potencia para mover el vehículo. Además, la forma y el tamaño de los paneles pueden afectar la aerodinámica, disminuyendo aún más la eficiencia.

Soluciones parciales y modelos híbridos

Al reconocer estos desafíos, algunas empresas han desarrollado modelos híbridos que utilizan energía solar (consulte la KIA EV9) como fuente de energía complementaria. Por ejemplo, el Toyota Prius ha ofrecido una opción de techo solar, principalmente para alimentar el sistema de aire acondicionado. Si bien no hace que el automóvil funcione exclusivamente con energía solar, sí reduce la carga del motor de combustión interna o de la batería eléctrica, lo que aumenta la eficiencia.

En 2019 se presentó el Lightyear One, un automóvil diseñado explícitamente para funcionar con energía solar. Su objetivo es recorrer 450 millas con una sola carga, combinando un diseño ultraeficiente y materiales livianos con energía solar. Sin embargo, incluso este impresionante vehículo depende de un sistema de carga eléctrica convencional para un rendimiento óptimo.

Posibilidades futuras

Las mejoras tecnológicas están en curso. Nuevos materiales, como las células solares de perovskita, prometen una mayor eficiencia a un menor costo. Los avances en la tecnología de baterías, como las baterías de estado sólido, podrían ofrecer una mayor densidad de energía y tiempos de carga más rápidos. Si estas tendencias continúan, podríamos superar las limitaciones actuales y hacer de los automóviles impulsados por energía solar una realidad práctica.

Conclusión

Si bien la idea de los automóviles impulsados por energía solar es atractiva, las limitaciones tecnológicas actuales los hacen poco prácticos como solución independiente. Sin embargo, la energía solar todavía puede desempeñar un papel importante como fuente de energía complementaria en sistemas híbridos. Con los avances en la eficiencia de los paneles solares y la tecnología de almacenamiento de baterías, el sueño de conducir un automóvil impulsado por energía solar podría convertirse en realidad en un futuro no muy lejano.